viernes, 29 de noviembre de 2013

Arrietty y el mundo de los diminutos

                No he de ocultar que soy un friki de cuidado mi predilección por la animación japonesa y mucho menos por aquella que viene firmada por estudios Ghibli. Me fascina la magia y la fantasía que saben otorgar a cada uno de sus proyectos y el que presento a continuación no es una excepción.


                Arriety y el mundo de los diminutos está basado en las historias de los Borrowers, creadas por la escritora Mary Norton (también autora de la serie de libros en los que se inspiró Disney para La Bruja Novata). De los Borrowers ya se han visto muchas versiones en cine y televisión, pero es la primera vez que cobran forma de anime.
                La historia, sin embargo, viene siendo la misma. La joven Arriety de 14 años, ha vivido encerrada en su diminuta casa con sus padres toda la vida, bajo las maderas de una casa donde viven seres humanos. Si necesitaban algo, sólo tenían que preparar una incursión y tomar prestado, cual tesorero del PP, aquello que necesiten de los humanos. El día en el que Arriety sale para su primera incursión, la muchacha no cabe en sí de ilusión y alegría. Alegría que se esfuma cuando un nuevo niño que vive en la casa, y al que llamaremos El Penas (no sólo por su historia personal sino porque también le falta sangre), la descubre.

                Sintiéndose muy desdichada por su despiste, Arriety entra en modo Hikikomori (Aquí elenlace a la Wikipedia, para los que no sepan lo que es). Poco a poco comienza a entablar relación con El Penas, un niño fruto de un divorcio al que su madre no le puede ni ver, dejándolo al cuidado de una anciana y una lesbiana mientras espera su muerte a ser operado del corazón. Como se puede ver, esta amistad es fruto de la pena que la pobre Arrietty siente hacia El Penas y entre ellos surge un lazo de excluidos sociales que sólo puede verse en centros de desintoxicación y entre miembros de diferentes casas reales europeas (salvo la británica, que como en todo no se juntan con los europeos).

                Sería una tontería gastar tinta esfuerzo en alabar la calidad de la animación o la banda sonora porque, entendámonos, es estudios Ghibli. Todo esto se presupone y el único fallo de la película es el guión. El texto de Mary Norton (DEP) puede que no diera para mucho, pero algo se podrían haber sacado de la manga, más allá de Arriety correteando entre ratas y saltamontes cual vulgar vagabunda, mientras El Penas la observa por las rendijas de la casa. Cuando pasa más de media película y Arriety todavía no ha intercambiado dos palabras con El Penas te das cuenta de que algo va mal.

                Efectivamente, a pesar de la magia que aportan los vivos colores y la calidad de la animación, la historia es demasiado plana. No hay puntos álgidos ni casi acción, siendo el único momento de tensión cuando la lesbiana que tiene El Penas por sirvienta captura a la madre de Arriety con aviesas intenciones (probablemente erótico festivas). La relación entre El Penas y Arriety casi no se explota, ni tampoco la aparición de un salvaje diminuto  random de cuyo nombre no puedo quiero acordarme. Único momento a destacar es la despedida entre El Penas y Arriety, cuando ambos parecen conectar realmente. Escena que debería estar en el centro de la película y no al final. En fin, que parece que el desentendimiento del maestro Miyazaki de la dirección hace mella en las producciones de Estudios Ghibli. Aprueba, pero podría ser perfectamente un guión de película Disney (De la etapa mala, de Enredados, no de la etapa buena, del Rey León)

Ay! Como te coja!

Nota: 6,5

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